domingo, 19 de octubre de 2008

Dios salve a la música Paraguaya

Esta carta que escribe Ricardo Flecha a James Cason el embajador de los Estados Unidos, la encontre en EL YACARE un espacio de divulgación cultural a través de la web.
Es interesante porque como se ha criticado tanto a este hombre por grabar un cd con músicas paraguayas...
Asi que aquí lo comparto con ustedes:


Carta abierta de Ricardo Flecha a James Cason
Días atrás el Embajador Norteamericano en Paraguay, James Cason, presentó en Asunción un CD de música paraguaya denominado ‘Campo Jurado’, con la participación de renombrados artistas paraguayos que se sumaron a la fanfarria. Los compañeros cubanos lo conocen muy bien al Cabo Cason, pues fue Encargado de la Oficina de Intereses en La Habana. Esta es mi respuesta…
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Con desbordante emoción he observado a personas del mundo social, político y artístico explotar en gestos de admiración por el desempeño como cantante de música popular paraguaya del Embajador de los Estados Unidos, James Cason.
Una primera concesión que debo hacer - para no empezar con objeciones - es que en la historia del mundo moderno, los embajadores de EEUU, produjeron acciones mucho más peligrosas (para el resto del mundo) que solamente damnificarnos con el pulsar de sus cuerdas vocales. Quiero decir -en resumen inicial- que un Mr. Embajador es menos peligroso con sus “desafinos” que con sus desatinos.
Al margen de expresar mi inocultable emoción por la sublime empatía de concurrentes y artistas en un puente simbólico que solo Plácido Domingo_ tras suficiente concentración _ lo lograría, no dejo de valorar que por tan solo 2.000 dólares don Cason obtuviera una puesta lujosa y el concurso de una constelación artística en armonioso y fiel soporte, cubriendo con maestría lo que proclaman algunos, una música sumisa al poder de la voz.
De alguna manera debería convenir con muchos que han arrojado una lluvia de serpentinas, batieron los parches y soplaron los vientos de la fanfarria ante su trascendental iniciativa, que el emprendimiento tiene su novedad. De hecho, la diferencia entre Cason y Nat King Cole, que - seguro - tendría un peor guaraní, es que a don Nat se irían a verlo como cantante y a don Cason fueron a verlo como Embajador.
Otros dicen que en realidad muchos fueron para que el Embajador los viera, pero son las peores lenguas que siempre existen.
En un momento de sus declaraciones de prensa sobre esta presentación (dicho sea de paso, nunca mejor contextualizada, en el Banco Central de un país sudamericano) afirmó que cuando sea anciano y se encuentre en un asilo en Miami y algún colega de la tercera edad - ¡que bien podría ser Bush! - le pregunte qué hizo en su vida, tendría la gentileza de “obsequiarle” con semejante producción ya finamente envasada en CD.

Señor Embajador:
Como trovador del canto popular, que se obstina en producir lógicas de relación entre su arte y la vida, entre la palabra y la realidad, entre el sentimiento que tirita en las cuerdas y los pies pornográficos desnudos de los niñitos que tiritan en las calles, me permito - con el permiso de la generosa concurrencia a sus conciertos - producir esta propuesta:
Cuando el ancianito de marras en el asilo de Miami le pregunte: ¿Qué hizo en su vida?; respóndale Ud., Cason:
“Yo produje iniciativas que terminaron con la vuelta de los muchachos de Irak y lamenté no poder reparar el genocidio que mi nación produjo en esas tierras.
“Yo ayudé a destapar el velo de impunidad que desde nuestros maestros cuarteles del Canal de Panamá ayudamos a tender sobre las muertes de 30 mil argentinos durante el proceso Militar.
“Yo tuve la valentía de reconocer y pedir perdón por la participación que le cupo a USA en el Golpe Militar en Chile y en cada guitarra que sonaba acompañando mi canto veía las manos de un ángel Victor que murió cantando en el Estadio de Santiago.
“Yo produje acciones para favorecer al pueblo Cubano, devolverles Guantánamo y levantar el inhumano bloqueo a Cuba.
“Yo abogué por la Libertad de los 5 Héroes Cubanos (Gerardo, Antonio, Ramón, Rene y Fernando), presos en las cárceles de Estados Unidos por su lucha contra el terrorismo financiado por la mafia cubana de Miami.
“Cada vez que las estrofas de Campo Jurado sean escuchadas, espero que recuerden cuánto hice luego para que se aprenda en mi país que los intereses petroleros - como en la Guerra del Chaco - nunca más deberían provocar la muerte de miles de combatientes paraguayos y bolivianos como en aquel tiempo. Que trabajé para ofrecer a la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay la mayor cantidad de información posible sobre el soporte militar, policial e ideológico de mi país a la dictadura de Stroessner. Que colaboré para que consagrados como el poeta y escritor Mario Benedetti obtengan su visa y ayudé a encarcelar a terroristas como Luis Posadas Carriles.”



Embajador, si Ud. es capaz de producir por lo menos el 50% de estas acciones, me ofrezco personalmente y contribuyendo esta vez yo - mediante colecta con amigos - los 2.000 dólares, a fin de grabar - juntos - un disco en homenaje a los músicos negros de su país que fueron víctimas de esa enfermedad del espíritu llamada racismo.
Si ese Dios que compartimos los hegemónicos y los no sometidos nos ofrece el éxito en las ventas deberíamos comprometernos a donar todo lo producido a los familiares y víctimas del huracán Katrina en New Orleans.
Embajador Cason, es cierto, usted nunca se animaría a ser un trovador popular y debo reconocer que yo nunca podría ser un Embajador Norteamericano. Pero de cualquier manera, ahora que nos une el canto, yo le invito que nos una - también - el humanismo y la solidaridad, pues como dijo José Martí, ‘Patria es humanidad’.


Ricardo Flecha Hermosa
Canto Popular • Paraguay
C.I. 691057

domingo, 5 de octubre de 2008

Luis Alberto del Parana

Como no tengo un acceso frecuente a Internet, me sorprendio encontrar un sitio en guarani (wikipedia en versión guarani) y les paso una breve reseña biografica sobre el gran Luis Alberto del Parana...

para más detalles, visitar el sitio

http://gn.wikipedia.org/wiki/Luis_Alberto_del_Paran%C3%A1



Luis Alberto del Paraná Heñói Altos (Paraguái), 21 jasypoteĩ 1926-me, 14.30 aravo jave, ha isy Jacinta Mesa (ndaha’éi Meza) omoĩuka héra kuatia-pe Juzgado de Paz-pe 14 jasypoapy 1926-me. Oñemoarandu mitã mbo’ehaópe Ypakaraipe.

"Heñói Arte-pe guarã 1942-me, Primer Certamen de los Barrios aja; mitãrusu papoapy ary orekóva *, ijahy’o porã añetéva opurahéi Campo Grande rérape, ha hendive avei Humberto Barúa ha ambue purahéipe héra tuicháva, arpa mbopyhára Digno García. Rex tujápe, tapichakuéra oĩva upépe hembe’apa mitãrusu’i cuartelero, ikoyguanunga ha avei ipy’aguasúva, heko kokueyguára ha ijuruvy’asýva rehe”.

Omano Londres (Inglaterra)-pe, de derrame cerebral, arateĩ 15 jasyporundy 1974-pe, Prembridge Court Hotel (34 Prembridge Garden, Londres, W2 4DX Reino Unido)-pe, piso peteĩháme, koty No.8, orekórõ guare 48 ary.

Homenaje a Emiliano R. Fernández



Este es un homenaje que quiero hacer a un hito de la culura paraguaya, como lo es Emiliano R. Fernández.


CATALINA, LA REINA DE EMILIANO, VIVE (x)

La inspiradora de la canción tiene 89 años

El teléfono suena, como tantas veces,en la redacción. Una voz del otro lado me dice: "Soy Graciela, la nieta de de Catalina, la que inspiró "Che la Reina", de Emiliano...Ella vive, tiene 89 años y reconoció la foto...". De ahí llegar a su casa me tomó poco tiempo. Sin saber que ella jamás quiso dar entrevista alguna, llegué a su natal Villa Morra para escuchar su historia, mezcla de un poco de enamoramiento y mucho de bohemia...-

Todo surgió a raíz del artículo que el viernes pasado ilustró la tapa y las páginas centrales del suplemento de Arte y Espectáculos de NOTICIAS. En la nota se hablaba de la canción más conocida del poeta popular Emiliano R. Fernández "Ajháma che china", más conocida como "Che la Reina", y su musa inspiradora: Catalina Gadea. El tema musical, que no deja de tocarse en ninguna polkeada, fue publicado por primera vez en la revista "Ocára poty cue mi" en 1928, cuando Emiliano se despedía para ir a defender el suelo patrio en los comienzos de la Guerra del Chaco, luego del incidente que costara la vida del Teniente Rojas Silva.

Y se hacía un poco de historia en cuanto a esa canción, que es una de las más grabadas del acervo nativo. Se publicada también una foto, quiza la única que había de la tal Catalina, a quien el poeta dedicó tan sentidos versos Hasta allí la referencia, casi anecdótica con motivo del cumpleaños de Emiliano y del encuentro con su público, en ocasión del traslado de sus restos a Yvy Sunú, Guarambaré. Sabido es que el vate había dedicado versos a muchas otras mujeres, y se conoce también la historia de su única esposa, Belencita Lugo, pero se hacía hincapié en el tema más conocido de su vasta producción.

De eso no se habla

Lo que no sabíamos, ni quien escribe ni sus biógrafos más conocidos a quienes consulté sobre el tema, es que Catalina vivía. Pero tanta incógnita tenía su explicación: doña Catalina jamás quiso conceder ninguna entrevista sobre el tema. Era conversación casi prohibida en su casa, y cuando la canción sonaba en la radio, ella optaba por ponerla sin sonido hasta que los compases terminaran para pasar a otra melodía. Llámese pudor, respeto, ética, lo cierto es que de eso no se hablaba en el hogar conformado hoy por hijos, nietos y bisnietos, y donde hasta hace pocos años vivía don Vitalino, el esposo de doña Catalina.

Ella le había contado la historia a su única hija, hace muchísimos años, y esta a su vez – en voz baja- se la repitió a sus hijos, y estos a los nietos, y así la historia no se perdió en el tiempo. Pero mientras vivió su marido, la musa prefirió guardar silencio, y dijo no a entrevistas que se le habían solicitado décadas atrás.

En Villa Morra

Al escuchar la versión de su nieta me acerqué hasta la casa de una de las más antiguas pobladoras de Villa Morra para intentar la nota y obtener las fotos para ilustrarla. Me recibieron hija y nietos, en un ambiente de jolgorio porque la entrevista había generado la reunión de casi todos los de la familia.

La abuela de 89 años (que declara 88…por coqueta, dicen sus familiares) llegó desde el fondo de la casa hasta la sala elegantemente vestida y dispuesta, para sorpresa de todos. De pelo totalmente blanco, y unos ojos en cuya profundidad destellaba el color del cielo, se presentó Catalina Gadea, haciendo la salvedad de que ahora tampoco quería referirse al tema, porque ya no valía la pena…

Sin embargo, diálogo va, diálogo viene y – guaraní mediante, aunque habla perfecto castellano, pues es hija de españoles- la conversación se fue tornando amena hasta que…recordamos a Emiliano.

Totalmente lúcida dijo que conoció a Emiliano y a varios de sus amigos, pues su tío Benito también era músico, y la barra se reunía en la casa de un vecino, donde la música no faltaba nunca. Y fue así que él la vió, cercado de por medio, y le escribió una poesía que garabateó una tarde cuya precisión, lastimosamente, no pudimos. Las referencias tenía un hilo conductor. "El me galanteó. Yo tenía 17 años y toda la vida por delante. Finalmente, hasta me propuso matrimonio, pero como le gustaba el trago yo no quise comprometerme con él. Supe que me hizo una poesía, pero en ese momento no le dí importancia alguna…".

Solamente recuerdos

Los recuerdos se mezclan. Noches de bohemia, amistades sinceras, y la mente de la abuelita va incluso más atrás para comentarnos la trágica historia de Gastón Gadín –el parricida de Villa Morra – que ella siguió desde la muralla de su casa cuando apenas comenzaba la ecuela primaria.

Muchas cosas encajan en su historia, y escucharla nos hace conocer más al vate guaraní. Sus amigos, el espíritu aventurero, lo enamoradizo que era, y hasta su pasión por la bebida en veladas interminables. Luego, la guerra, la paz, comenzar de nuevo sin dejar su querida Villa Morra, la carnicería de su madre en el Mercado Guasú, sus primeros encuentros con el que después sería su esposo, la hija, los nietos, bisnietos…Y así, la vida de esta mujer paraguaya va pasando ante nuestros oídos y se registra en la grabadora.

No dejo de mirarla, a la par que la escucho. Tiene recelo de hablar, reconoce que no quiso hacerlo en vida de su marido, aunque este escuchaba los temas de Emiliano casi cotidianamente en los tiempos en que la radio era objeto de culto en las casas asuncenas. Con el paso de los minutos se suelta más y dice que cuando supo que el poeta le dedicó esos versos no le gustó para nada, pues ella ya estaba casada…Cuando sus nietos le hacen chanzas sobre el tema los hace callar...porque ella prefirió el silencio. La fama es puro cuento, parece ser su filosofía de vida.

Una entrevista pagada

Me cuenta que Evanhy, Miguel Angel Rodríguez, José Magno Soler, entre otros, quisieron hacerla conocer. Pero ella nunca quiso hablar. Esa tarde de lunes rompía el silencio. Era como abrir un karamegua de recuerdos con olor a tiempos idos, con color sepia…

Me pregunta cuánto tiene que pagar por la entrevista. Le digo que yo debería pagarle por las tantas veces que escuché "Che la Reina" y me emocioné por esa Catalina de la que el poeta se despide "Rojas Silva rekávo..". A esa mujer a la que pide que guarde su amor, que lo espere…-

Una linda historia de amor que se hizo canción…La canción más conocida de Emiliano R. Fernández.

(x) De NOTICIAS EL DIARIO, 12 de Agosto de 1998 (Asunción, Paraguay)

por: Marlene Sosa Lugo

CHE LA REINA (xx)

Ajumiko ipahaite Che la Reina nerendápe
apurahéivo mbarakápe si ahátama katuete
Paraguay niko chave ajuráva che retãme
amonóvo hayjupápe a la hora ojofrecé.

Péina ko´ágã ahendu che renóirõ la corneta
acaláta bayoneta ha Chakopyre asururu
ahamítante amoirü Valinoti-pe ikatúrõ
aloamíne ajuhúro Rojas Silva kurusu.

Ahayhúgui che retã Che la Reina rohejáta
frontera lado aháta ahuguaitïvo umi ava
ndaipotánte che kamba che myakÿ nde resaype
aipotánte ere che sype heta tacherovasa.

Che fusil je oime ipotï che rechaséma je hína
Prevención-pe Catalina tereho che ruguaitï
rehecháne guaraní hekove odespreciáva
López ra´yre opytáva bajo el sagrado poyvi.

Ikatúnte aju jevy ndahái katuete amanóvo
ndékena che ra´arõvo siempre firme nde poty
che araha iñongatuhápe ko che korasõ kuápe
amoite ñorairõhápe ne angue che tupãsy.

Aimérõ en Parapití amonguahëne nde apysápe
che ñe´ëmi kuatiápe ne´ïraha asapymi
ha ndékena eñapytï ko verso ndéve ahejáva
topurahéi ndéve ijára el soldado guaraní.

Amalaya atopa el famoso Tejerina
inambikue ko che china ndéve ahechaukávarã
ha upépe terehecha la bravura guaraní
oimevaha gueteri López ra´yre opyta.

Letra: Emiliano R. Fernández
Música: Félix Pérez Cardozo

(xx) Su título original fue Aháma che chína.